History/ LUX NOREM

El llamado hijo de Judas alzaba su mano con el simple hecho de acabar con todo, su infancia, sus alegrías en un mundo lleno de penas y crímenes sin confesar,
Empuñando su espada, aquella que su padre le regaló antes de empezar la batalla, aquel arma con la cual había arrebatado tantas almas, ese filo de un metal desconocido para la mayoría de los seres estaba a punto de acabar con la vida de su hermanastra.
La joven miraba con sus ojos marrones al joven que sin un solo pestañeo arremetía con su arma una y otra vez hasta destrozar por completo a su víctima.

- ¿Porqué me has hecho esto...?- Kaiel que acababa de apoyar su mano sobre el fino hombro de la joven sentía como una parte de su corazón se removía por el sufrimiento.

Con un pequeño suspiro la chica de cabellos rojizos caía sobre el suelo con gran sutileza.- Ah... hermano...
El joven poco a poco la deja caer sobre el suelo, innerte después de su vengativa azaña.
Como si su arma hubiese sido cargada con muchísimo más peso es arrastrada por sus manos, como si fuesen unas cadenas que le siguen, unas cadenas de las cuales nunca podría deshacerse...
Su venganza es un enorme peso que dificultan sus pasos.


Escapar


- Mi dios... escucha mis plegarias... señor de la oscuridad, señor de los shajads, señor del caos...- Con sutileza pasa una cuchilla por su dedo índice y deja caer una gota de sangre sobre un círculo con hermosas runas de color negro y rojizo. Justo cuando cae un leve movimiento aparece en las piedras y una luz tenue ilumina la estancia que está en penumbra.
Tras estas palabras el joven se pone en pie y una a una recoge las runas que ya permanecen apagadas, la cuchilla es limpiada en su capa y con gran rapidez borra con su pie el círculo que ha dibujado sobre el frío suelo.
Con sinuosidad se coloca la capucha de su túnica negra, en cuyas mangas hay dos cruces que han sido invertidas. Se coloca con cuidado los dos mechones de su larga melena plateada y alarga su mano de nuevo para apagar el candil que hay colgado desde el techo de su pequeña habitación.

El joven suspira y se acerca con gran sigilo hacia la entrada, entreabre un poco la puerta y mira con cuidado para ver si hay alguien de su convento. No hay nadie, entonces adelanta uno de sus delgados pies el cual está recubierto con una bota de piel de color negra.
Con paso firme y decidido, algo más rápido de lo que son en realidad sus andanzas, recorre el enorme pasillo; viendo que de las muchas puertas que hay por allí no salga nadie, ninguno de su calaña, ningún inquisidor que le pregunte a donde le lleva su destino.
Dextrum consigue llegar hacia el enorme portón de madera de roble que le lleva hacia el patio. Poco a poco hace el mismo movimiento que antes, abrir y observar al exterior; pero esta vez consigue ver a un inquisidor, un simple inquisidor el cual no puede impedir que sus párpados poco a poco se cierren más y más.
Él aprovecha que el guardia está más atento en intentar no dormir y sale de allí recorriendo la fachada del oscuro edificio, cada vez que aparece un gran ventanal se agacha sin colocar sus rodillas en el suelo, simplemente en cuclillas, pasa para no ser visto.
De nuevo debe mirar, él asoma levemente su rostro y observa que esta vez hay dos inquisidores que miran a su alrededor, entonces al ver que tras ellos dos está la salida apoya la cabeza en la pared y cierra los ojos.
Piensa...
Por su mente aparecen acciones disparatadas, lanzarse hacia ellos y clavar su pequeña cuchilla en el cuello de uno de sus maestros, correr e intentar correr más que ellos dos... pero lo peor es que están armados con dos espadas cortas.
Entonces abre los ojos y sonríe levemente.
Lentamente su cuerpo es envuelto por una oscuridad, una para nada natural, mucho más espesa, fúnebre que las que esa misma noche hay a su alrededor.
Caminando entre las sombras y viendo que uno de los guardianes gira su rostro hasta toparse con su situación, decide no parar, pues sabe que no le han visto, y tras salir del convento comienza a correr; su corazón está acelerado, su mirada algo perdida, pero su mente está bien situada... pues su plan ha sido llevado a cabo.
Tras esto consigue ver que justo delante suya hay una enorme cantidad de árboles, es un pequeño y oscuro bosque que separa su lugar de residencia con la capital, y el joven, sin pensarlo dos veces decide adentrarse en lo más profundo.



¿Abuela?


El sonar de las ruedas del carro sobre el camino de tierra mojada a causa de las últimas nevadas y el movimiento agitado del mismo hacía que Thrilow mirara a su alrededor, nervioso, pues acababa de salir de su pequeña ciudad. El frondoso bosque que le rodeaba parece que intenta echarlo de allí, pues aquello es tierra de nadie.
Viendo que no hay nadie consigo y que la noche pronto va a acaecer decide parar con un simple gesto que indica a su corcel.
Con algo de prisa saca algunas mantas, una sartén de latón bastante simple y algo de carne para cenar.
El chico deja las cosas sobre el suelo y se pasa una mano por sus rubios cabellos mientras mira a su alrededor para visualizar algunas ramas secas.
- Ahí hay unas...- Con  una enorme sonrisa las coge y a paso rápido vuelve a las mantas dejando caer las ramas.

Al cabo de un rato Thrilow come algo de carne que ha calentado sobre el fuego. Se abrocha el último botón de su abrigo y deja algunas sobras dentro de un recipiente, por si acaso le falta alimento en su trayecto.
Lentamente se tumba sobre sus mantas y mira al cielo pensando en la causa por la cual ha salido de su hogar.

- Hace un año...- El chico cierra los ojos y con su mente vuelve a recordar el día en el que capturaron a su hermana, una chica con mucho parecido a su abuela, rubia, con unos ojos llenos de vida y con una sonrisa sincera y llena de bondad.
Su hermana fue llevada a una pequeña casa de uno de los bosques que están a las afueras de su hogar; al parecer todo el pueblo la buscó, pero nadie logró encontrarla hasta que él decidió separarse de su padre en la búsqueda e ir hacia el bosque.
Justo cuando estaba por el camino oyó que alguien montado a caballo se acercaba hacia su situación. Él bajó del caballo y se apartó hacia la espesura. Dejó al caballo a un lado y con una gran maestría subió a uno de los árboles que había por allí.
Entonce lo vió, la segunda y extraña vez que vió a aquel hombre ataviado con una capa oscura, encapuchado y sin mostrar algo que dijera quien era.
El extraño sacó una pequeña nota ya escrita y remangando una de las mangas de su túnica deja aparecer su muñeca, blanca y con varios lazos negros atados en ella. Con sutileza quita uno de los lazos como única identidad y ata la pequeña nota. De nuevo vuelve a ocultar su piel y deja caer la nota al suelo.
Y tras hacer esto poco a poco comenzó a desaparecer como si su aparición hubiese sido simplemente un hecho de su imaginación.
Él comenzó a bajar del árbol y volvió a coger su caballo sin montar en él.
Mientras caminaba hacia el camino recordó el día en el que su abuela, que tantas historias le había contado durante su niñez, falleció.
Su abuela, Cristea, era una mujer hogareña y muy hermosa para su edad.
Cuando todo el pueblo fue a su entierro y él cuidaba de su hermana que por aquel entonces era un pequeño bebe, recuerda como llamaron a su puerta.
Al abrir vió a una alta y esbelta mujer que le miraba con tristeza.

- Thrilow... debo irme...
- ¿Quién eres?- El niño no sabía quien era.
- Mi pequeño...- La mujer se agacha y acaricia su tez.- Volveremos a vernos, pero ahora tan solo debo hacer algo...
- No me toque...- Da un paso hacia atrás.
- Soy tu abuela... Cristea.
- N-no.. ella ha muerto...- Entonces no aguanta más, comienza a llorar, por mucho que intenta ser un hombre no puede evitarlo.
- No, yo aún sigo viva... He rejuvenecido gracias al ``anillo´´.
Entonces Thrilow comprendió lo que una vez le contó su abuela, ella debía mucho a su anillo, un anillo que siempre llevaba colgado de su cuello, un anillo de oro con una piedra roja incrustada; entonces sin dudarlo se lanza para abrazarla.
La mujer sonríe con calidez y de su pequeña bolsa saca una pequeña pulsera con unas inscripciones y el dibujo tallado de un simio.
- Ten... esto te será de ayuda en el futuro... Tus padres también te harán entrega de una daga muy especial...
El niño alza la mano y coge el colgante, sin embargo justo cuando lo toca éste desaparece.
- Aún no estas preparado pequeño...- Ella acaricia la pequeña cabeza del niño y besa su frente.- Debo irme...
Ella mira por última vez a su nieta y comienza a caminar entre la nieve; Thrilow al ver que ella se marcha de nuevo niega con la cabeza y echa a correr hacia su abuela. Sin embargo, tropieza y cuando alza la cabeza con los ojos llorosos ve que ella monta en un corcel que está junto a con un hombre muy extraño, el mismo hombre que ahora le dejaba esa nota sobre el suelo.

Thrilow se agachó y cogió la nota. Con suavidad deslizó el lazo y leyó con nerviosismo.
`` Tu hermana se encuentra en la cabaña al oeste del bosque, ten cuidado. Yo he conseguido darte tiempo, solo eso´´.
Él vacila un momento y entonces ve que los escritos de la nota se borran como si nunca hubiesen escrito el papel.
Tras esto el joven montó en su caballo y fue hacia la cabaña. Vió la puerta entreabierta de la casa y entró sin dudarlo. Justo cuando entra ve que su pequeña hermana está atadas de pies y manos, mirándole con sus enormes ojos azules. Así fue como consiguió salvar a su hermana de una muerte segura.

Y hace unos días encontró su pulsera con la chapa en su carro, en el cual estaba viajando. En uno de los cajones volvió a encontrarse con la ofrenda de su abuela.
Sintió en ese momento que ya era hora de salir en busca de aventuras, de seguir con su negocio de vendedor ambulante en otra zona, de encontrar a los culpables de la captura de su hermana, saber quien era ese extraño hombre y reencontrarse con su abuela.

Entonces abre los ojos de nuevo y coge el medallón que cuelga de su cuello, es un sol que su hermana le dió justo cuando salía de su casa, hace una semana. Y entonces recordó por enésima vez las palabras de su pequeña hermana.
- Cuidado con ellos... Buscan a los que vieron, oyeron y hablaron... los que sintieron.
De nuevo guarda el colgante dentro de sus ropas, sintiéndolo en el torso.
- No entiendo nada...
Tras decir esto él se incorpora un poco y observa el fuego.

Poco a poco fue quedándose dormido hasta que por la mañana un ruido algo extraño agitó sus sensibles oidos.
Él abre los ojos y agarra la daga que sus padres le dieron antes de salir, con suavidad gira la cabeza para mirar a su alrededor y con cierta soñolencia se pone en pie.
Ve que sobre el suelo ya solo quedan cenizas, que su yegua come unas cuantas hiervas que hay por el camino y entonces comienza a recoger.
Al terminar vuelve a escuchar el mismo ruido, como si se tratase de unos pasos que le espían desde los árboles cercanos, unos ojos intranquilos que desean algo de él.
Thrilow de nuevo vuelve a aobservar a su alrededor y decide tirar del arnés del caballo hacia el incesante ruido.

Intentando no hacer mucho ruido, intentando no pisar las ramas del suelo, consigue llegar a un pequeño claro. A su alrededor todo son árboles, pero uno de ellos es algo más grueso y grande que los demás.
De su cinturón, algo le llama la atención, es la daga que ha comenzado a emanar un extraño brillo. El arma tiene una empuñadura algo simple, pero de su hoja aparecen unas extrañas letras que no ha llegado a comprender, unas letras que ahora están brillando y haciendo que un color azulado nazca desde su mango hasta el extremo de ésta.
El chico coge la daga y la observa boquiabierto, luego mira el árbol que está justo en frente de él y con cierto temor coloca su mano sobre él, pero aún así no puede tocar el áspero tronco, pues su mano lo traspasa como si fuese agua. Él decidido agarra el arnés y hace que primero el caballo pase a través del ser. 
El animal sin asustarse, muy tranquilo, pasa a través pues siente que no hay peligro alguno.
Thrilow pues decide pasar a través y nota como la temperatura a su alrededor crece indudablemente.

Él abre los ojos, pues antes los había cerrado por temor, y ve que la vegetación a su alrededor es distinta, lo que antes eran pinos y robustos robles y un suelo mojado, ahora eran manzanos, algunos árboles más bajos y una tierra fértil. El chico de nuevo mira su daga y ésta poco a poco comienza, como si de un parpadeo se trate, a apagarse.
Con cierto temor se gira y esta vez consigue tocar el tronco del extraño árbol.
- No creo...- Comienza a golpear el lugar por el cual había salido, sin embargo parece que todo aquel espectáculo a acabado. Thrilow decide sujetar bien su daga y con ella rasgar un poco la corteza del árbol, marcando una ``X´´ pasa así poder acordarse del lugar de donde ha salido.

Tras acabar la acción prosigue su marcha por el bosque, pero esta vez saliendo de allí y encontrándose con uno de los caminos que le llevan a una desconocida capital.



Una máscara...

0 comentarios:

Publicar un comentario

Categories

About this blog

Datos personales

Otros. Con la tecnología de Blogger.